Las verdaderas reinas del país de las hadas son las flores, que adornan los valles con sus colores y traen la paz al lugar con sus aromas. para las hadas chiquitas las flores son su casa, escondiéndose para jugar entre las hojas de una campanilla o bajo las hojas de los abedules. En ellas duermen y con ellas juegan.
Las hadas, como todos los seres de la naturaleza, conocen los poderes mágicos de las plantas, que utilizan para sus brebajes.
Existen muchas Hadas Florales con tareas muy diversas, y miles de formas y de tamaños. Hay Gnomos que trabajan la tierra, y Elfos que se dedican especialmente a crear colores brillantes y delicados. Otras Hadas permiten a las flores emitir sus fragancias, mientras que otras trabajan para asegurar la salud de la raíz, el tallo y la hoja, para que los nutrientes sean transportados y la planta se pueda prolongar.
Cuando la flor muere, el hada deja de existir y sus energías regresan a la tierra hasta que vuelve la hora de crecer al llegar otra vez la primavera.
Las hadas de las flores perennes se retiran en la planta durmiente y la nutren hasta que regresa el momento del crecimiento.
Todas las flores poseen una fuerte vibración, y esto también se aplica a las flores cortadas, pues si las ponemos en agua siguen vivas y las hadas continúan activas, generando la emisión de aromas. Es mejor tenerlas en macetas, pues ahí moran más hadas, no guardes nunca flores muertas en casa, pues en lugar de proporcionarte energía e inspiración harán el efecto contrario. Las flores se suelen regalar porque son dones que las hadas nos hacen a nosotros. Estas hadas son las más gentiles, dulces y generosas de todas, y te las puedes encontrar en cualquier seto o jardín.
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