No basta sólo con desearlo, ellas también han de estar dispuestas, y que accedan es muy difícil porque aunque puedan estar entre nosotros de forma invisible, no siempre quieren manifestarse corpóreamente a nuestros ojos y en verdad que no hay que reprochárselo; de todas formas, existen indicios que las delatan.
Allí donde veáis espinos hay Hadas cerca, allí en donde crezcan avellanos, hendirnos, sauces, robles, alisos, abedules, fresnos y encinas, tendréis en su vecindad a las Hadas, y si marcháis de viaje turístico a las Islas Británicas y os sentáis a descansar entre las ruinas de algún antiguo castillo por el que siempre trepa la hidra invadiéndolo, lo más probable es que esta hiedra no sea tal sino la Dama Verse de Caerphilly, presta a recobrar su verdadera naturaleza si lo considerase conveniente. Y si camináis por las montañas galesas y descubrís a una bella joven sentada sobre una piedra al borde del camino, sabed que se trata del Hada Gwyllion que está vigilando.
¿Cómo entrar en contacto con las Hadas?: si vuestro corazón no abriga maldad ni interés y albergáis deseos limpios, he aquí varias recetas mágicas:
realiza una pócima con veintiún pétalos de rosa metiéndolos en una olla cobriza cerrada, ésta dará resultado y podréis verlas.
Existe una flor llamada Prímula y si hacéis un ramillete de ellas con un número exacto y luego con él tocáis una roca de las Hadas, se os abrirá la entrada hacia su país.
Si se recoge tomillo cerca de una colina donde se rumoree que haya hadas, y se hace una bebida con él, se dice que podremos verlas.
Hay tentaciones que han atraído hasta la más desconfiada de las hadas. Les encanta el jengibre y la cebada, si pones un pequeño cesto con esto alimentos en el jardín, seguro que vendrán. Con bastante frecuencia habrá que reemplazarlo si queremos que permanezcan en nuestro jardín largo tiempo. Les gustan ver en el jardín, tomillo y trébol, este último solo de 3 hojas. Suelen beber leche de vaca directamente de ubre.
En la época invernal, las hadas duermen al igual que los animales y las plantas, por eso será difícil que notemos su presencia, aunque esto se podrá remediar si tenemos en nuestros jardines fuentes con estatuas de hadas y duendes en las que corra el agua en forma de cascadas.
Hay que contar con el hecho de que si estos "personajillos" no quieren ser vistos, nada podremos hacer al respecto. Con todo ello, el mejor momento para notar su presencia, será en los días de luna llena, buscando en las grietas profundas de las piedras y en los agujeros cercanos al agua del mar o de un río.
Si comes un cierto número de Primulas es seguro que podrás ver hadas, puesto que se dice que esta flor tiene el don de hacer visible lo invisible. Así mismo, si tocas una roca que sea pertenencia de hadas, con un ramillete de esta flor en tus manos, podrás encontrar el camino para llegar hasta el mundo de las hadas.
En la Isla de Man mora el Hada Leannan, musa de poetas y su protectora aunque a caro precio, ya que si otorga la gloria acorta la vida de sus elegidos.
Existen Hadas acuáticas, las Glaistig, que son buenas y amables con los niños, los ancianos, los granjeros y el ganado. También las pequeñas, transparentes y frágiles Asrai que si se capturan o les da el sol, se convierten en agua.
Las Selkies, conocidas como Hadas-Foca, a las que si sorprendéis bañándose sin su piel, podéis capturar y convertir en vuestras esposas, pero nunca más volverán a ser alegres, y siempre añoran el mar del que deben permanecer alejadas. Luego está Benshir, un Hada escocesa, doméstica, que protege de los peligros avisando anticipadamente de ellos a las familias que están bajo su tutela.
La lista de las Hadas es interminable y sería imposible nombrarlas a todas. Pero quiero destacar a una graciosa Hada alemana de nombre Holda o Werre, que favorecía la casa de las personas laboriosas otorgándoles su ayuda.
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