Las hadas acuáticas también son una expresión de la magia y el encanto de nuestras relaciones románticas, de ahí que algunas veces se hayan vuelto traviesas, demostrándonos que no podemos escapar a nuestra naturaleza. Las hadas acuáticas tienen características de la gran diosa del amor Afrodita, que era respetada tanto por Dioses como por humanos.
El primer paso para ver las hadas es asumir el compromiso de ser honesto con el corazón y de abrirnos a nuestras emociones. Observa la expansión de la niebla, la formación de las nubes, el baile de la lluvia. Cuida los lagos y camina junto a los ríos, refléjate en el agua. Hazte consciente del agua que bebes, de su origen, de su pureza, y del regalo que constituye para tu cuerpo y tu mente.
El agua cuenta con espíritus especiales que cuidan de ella y la protegen, respeta eso y aprende de su magia.
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