De todas las hadas, las mas difíciles de ver son las de fuego. Muchas de ellas no están dispuestas a ayudar a los humanos y desdeñan nuestra lentitud. Como son tan móviles, la sintonización con ellas puede resultar difícil. Pero podrás encontrar a las hadas de fuego, dondequiera que percibas sensación de “juego” pues este lo posibilita todo. Les atraen todo tipo de llamas, los sentimientos fuertes y los actos creativos.
Las hadas de fuego cabalgan sobre rayos de sol, y podrás verlas en los rayos que atraviesan las nubes.
Absorben la energía solar que las sustenta durante el invierno.
Pero lo mejor para verlas es prender una llama, sentarte frente a ella relajarte y no tardaras en hacerte consciente de la presencia de los espíritus de fuego enroscados en el ardor o danzando en las chispas.
Los fuegos artificiales son la esencia de las salamandras que suben por su interior.
La música sensual también atrae a los espíritus de fuego. Una simple vela es para ellas una invitación y pequeños duendecillos danzan en cada una de sus llamas. Como todas las hadas los espíritus de fuego recompensaran tu interés, tu respeto y tu intento genuino de sintonizar con su forma de ser. Quizá se te cruce por delante una luciérnaga, o veas un grupo de encantadores gusanos de luz bendiciendo tu camino en la noche. Los espíritus de fuego pueden dejar algo rojo, dorado, naranja o con forma de flecha. Guárdalo y tus días se iluminaran.
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